Como cada septiembre los agricultores y agricultoras de la cooperativa Garlan han comenzado a sembrar las más de 1.000 hectáreas de colza que cultivamos cada año. Un trabajo que se extiende hasta bien entrado el mes de octubre.

Una de las claves para una buena implantación es contar con una ligera lluvia tras la siembra, por lo que el clima de estas últimas semanas ha sido ideal para la tarea. La superficie cultivada es similar a la de años anteriores, entre 1.000 y 1.300 hectáreas, de las que esperamos un rendimiento de entre 3 y 4 toneladas por hectárea. Una producción de entre 3.000 y 5.200 toneladas de Colza. Estas primeras semanas de cultivo son críticas, puesto que plagas como los limacos y la pulguilla pueden acabar con la planta en sus primeros estadios.

Para los que no estén familiarizados con esta planta, la colza es un cultivo oleaginoso, cuyo destino principal actualmente es la elaboración de biocombustibles.